Si quieres retrasar los efectos del envejecimiento de tu rostro debes saber que el tabaco es uno de los factores que más contribuye a su envejecimiento. Existen estudios que aseguran que si se ha fumado durante diez años consecutivos se acelera hasta en dos años y medio el desgaste de la piel.
El hábito de fumar es uno de los "más nocivos" para la salud de la piel y es un factor que fomenta su envejecimiento prematuro. Además del tabaco, la exposición solar y la alimentación son otros factores que determinan la
calidad del cutis de las personas.
Para
retrasar el proceso de envejecimiento se debe tener en cuenta que el envejecimiento es un proceso individual y suele variar mucho de persona a persona. Los factores que influyen en el aspecto de la piel de cada persona son la raza, el sexo, los genes y los hábitos, ya sean éstos saludables o no.
El
proceso de envejecimiento se produce de forma "tridimensional", que incluye a la dermis (superficial), el dérmico (medio) y el subdérmico (profundo).
Según la edad de la persona, el proceso de envejecimiento de la piel pasa por diferentes planos.
Es a partir de los 30 años, que suelen aparecer las llamadas "arrugas dinámicas", es decir, aquellas que se producen por la gesticulación de la cara (comisuras de la boca, patas de gallo, señales en la frente). Si estos primeros signos se tratan a tiempo, pueden paralizarse y evitar que se conviertan en arrugas fijas.