Sí, parece mentira, pero satisfacer tus antojos te adelgaza. Pero no todos los alimentos son iguales para ese fin. Es decir, tu cuerpo gasta más al digerir proteínas (alrededor de 25 calorías se pierden por cada 100 gramos que consumís) que cuando ingerís grasas y carbohidratos (10 a 15 por cada 100).
Por eso es mejor seguir una dieta que agregue proteína sana y que sea baja en grasa. Comer más de este grupo de alimentos, en cantidades adecuadas, te va a ayudar a quemar más calorías.
La proteína, además, es el nutriente que construye músculo, y mientras más masa muscular tenés, más rápido es tu metabolismo y más calorías gastás durante el día.
Esto explica por qué cada vez que levantás pesas, generás un leve dolor en tus músculos. Para aliviar ese sufrimiento, tu cuerpo manda nuevas proteínas que reparan. Y son ellas las que fortalecen la estructura celular construyendo nuevas fibras musculares.
Además, las proteínas producen mayor saciedad. Seguir un plan de alimentación alto en proteínas bajas en grasa acelera la perdida de peso del vientre, antes que cualquier otra zona.