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febrero 10, 2011

¿El Botox es seguro?

En apariencia, es un procedimeinto sin contraindicaciones o efectos colaterales, pero hay un par de datos que debes tener en cuenta antes de hacértelo.

Desde hace algunos años, la aplicación de la toxina botulínica (cuya marca más conocida en el mundo es Botox) ofrece la posibilidad de refrescar la cara, atenuando y retrasando la aparición de las líneas de expresión. Pero que manos extrañas te inyecten sustancias en la cara, te provoca un poco de temor. 

La toxina butolínica ha sido uno de los grandes avances de los procedimientos mínimamente invasivos para refrescar caras y rejuvenecer. Actúa debilitando determinados músculos. De esa manera, al dejar de actuar algunos, conseguimos que trabajen los músculos opuestos a ellos. Así se favorece la eliminación, ordenamiento y disminución de las arrugas del tercio superior de la cara. La utilización de Botox es totalmente seguro en tratamientos estéticos. 



Algunas advertencias

Según los especialistas, elegir una buena marca y un buen profesional son el secreto para que la inyección mágica vuelva el tiempo atrás en tu cara.

Hay que buscar profesionales idóneos y expertos. Además, el producto que se aplica tiene que ser de primera calidad. El médico que la aplique debe estar entrenado en el uso de la toxina botulínica. No cualquiera puede hacer uso de ella, porque existe el peligro de afectar equivocadamente algunos músculos vecinos. Este cuadro cede alrededor del mes, cuando la zona recobra su normalidad: pero puede resultar una experiencia muy desagradable. 

El médico debería mostrar al paciente qué tipo de toxina utiliza. El Botox lleva la marca. No es lo mismo el genérico, porque la composición no es exactamente igual. Además, no siempre posee un correcto proceso de manufactura.

El Botox se utiliza también con fines medicinales para trastornos neuromusculares, enfermedades con contracturas musculares importantes y en muchas afecciones. Un ejemplo es la hiperhidrosis (sudoración excesiva), ya que inyectando Botox en las axilas, palmas de las manos o plantas de los pies se bloquea el accionar de las glándulas sudoríparas. Claro que, en estos casos, se emplean casi tres mil veces más unidades que en un tratamiento cosmético.

El Botox no solamente sirve para eliminar arrugas sino también para evitar su aparición y corregir asimetrías de las cejas, por ejemplo. Además, el Botox da una brillantez a la cara que no se consigue con el mejor cosmético que pueda usar una mujer. 

Lo más aconsejable es hacerlo a partir de los 30 años, que es cuando aparecen arrugas significativas. Hay que tener en cuenta que el Botox no es para siempre: su duración es, aproximadamente, de cuatro a seis meses. Pasado ese tiempo, hay que aplicarselo nuevamente para mantener el efecto.

No es recomendable durante el embarazo y la lactancia. Como tampoco en caso de algunas enfermedades neurológicas.

Extraido de: Revista Cosmopolitan Argentina Nº 147 Edición Noviembre 2008