Los factores extrínsecos son por ejemplo:
- la radiación solar
- la contaminación ambiental
- las condiciones extremas del clima.
La consecuencia es que la piel presenta un stress oxidativo que puede provocar:
- citotoxicidad,
- alteraciones en el ADN,
- mutaciones y
- otras patologías asociadas.
Es la radiación ultravioleta el factor exógeno que más incide en la generación de radicales libres y en el fotoenvejecimiento cutáneo, lo que lleva a la deshidratación de la piel, manchas, surcos y arrugas prematuras.
En condiciones normales, el organismo posee mecanismos endógenos y vitaminas antioxidantes aportados por la dieta, que permiten neutralizar los efectos nocivos de los radicales libres.
La vitamina A regula el crecimiento y la diferenciación de las células epidérmicas, disminuye la inflamación y mejora la función del sistema inmunitario.
La vitamina C además de ser antioxidante, contribuye a aclarar pigmentaciones y es un fotoprotector biológico natural.
La vitamina E también actúa bloqueando químicamente los radicales libres.
La Piel del cuello y escote
La piel del cuello tiene una tendencia natural a la flacidez y a la arruga, mientras que la piel del escote tiende a la deshidratación, surcos y manchas por la excesiva exposición solar.
Area de los ojos
El área periorbitaria posee una dermis y una epidermis muy delgadas, por lo cual la hacen más vulnerable a la agresión de agentes externos, en especial a la radiación ultravioleta, que produce un envejecimiento precoz de la zona.