En la práctica se encuentran diversas formas de empleo del Aloe Vera. Las más comunes, son las de uso externo y la administración interna vía oral.
No se trata de un medicamento, pues no combate ninguna enfermedad específica sino que es un suplemento alimenticio que permite colocar al organismo en condiciones de equilibrio, para que pueda controlar muchas afecciones.
Se le considera un importante antiinflamatorio, ya que posee tres ácidos grasos y esteroides vegetales que permiten reducir los efectos sintomáticos de diversas alergias: indigestión (exceso de las comidas), acidez estomacal, gastritis y úlceras duodenales y estomacales.
Estos compuestos también ayudan en casos de artritis y artrosis, fiebre reumática, afecciones del aparato digestivo, del intestino delgado, hígado y páncreas.
También se le considera un importante antiséptico ya que el gel, adecuadamente procesado, produce seis agentes de elevada actividad antimicrobiana.
Consejos prácticos
Las plantes de Aloe pertenecen a tres grandes grupos o tipos, según sus características.
La especie de la cual se extrae el Gel de Aloe Vera, es la Aloe Barbadensis Miller, variedad que pertenece a la familia de las liliáceas, de apariencia similar a un cactus, cuyas hojas son largas y anchas, numerosas, gruesas y jugosas.
Existen más de setecientas variedades de Aloe, y no se deben confundir las propiedades m´ltiples del Aloe (Vera) Barbadensis Miller, con aquellas de tipo doméstico, algunas casi sin valor terapéutico.
Un método para saber si un preparado para ingerir contiene o no el real gel de Aloe Vera, es observar su color: si es verde desconfíe, ya que el verdadero y puro es incoloro. Cuidado, con lo que consume.
Los productos de uso externo, tales como cosméticos, jabones, shampoo para el pelo, detergentes y otros, deben ser de marcas conocidas en el mercado, y los que son para ingerir deben comprarse en farmacias y consumirlos de acuerdo a las aplicaciones y dosis indicadas por un médico.
