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noviembre 23, 2010

Importancia del Ejercicio Aeróbico


Los beneficios de una actividad cardiovascular llevada a cabo de forma adecuada a la edad, condición física y con la frecuencia adecuada están fuera de toda duda.

Con respecto al efecto beneficioso del ejercicio cardiovascular podemos destacar lo siguiente:

  • Mejora en la circulación coronaria
  • Mejora la distribución de los capilares en el músculo cardíaco
  • Se produce un aumento de volumen de la cavidad ventricular, lo que supone una disminución de la frecuencia cardiaca en reposo.
  • Se produce una reducción de los niveles de grasas en la sangre
  • Produce un descenso del colesterol y los triglicéridos en las paredes de las arterias.
  • En algunos casos se obtiene una ligera disminución de la tensión arterial en reposo.
  • Mejora la capacidad para captar y consumir oxígeno, lo que nos permite afrontar la actividad física con mayor eficacia.
  • Supone una mejora sustancial en el estado global del organismo y en la calidad de vida.

La actividad física, en general, y la aeróbica, en particular, también se utiliza como medio de alcanzar objetivos de carácter estético.  Este parece ser el objetivo primordial de la mayoría de las personas que acuden a un gimnasio lo cual no debe suponer, en ningún caso, un menosprecio de los beneficios que al nivel de salud y calidad de vida se obtienen con el ejercicio.

Actualmente, cualquier centro deportivo posee diferentes aparatos para realizar actividad aeróbica, pudiendo destacar las cintas de correr, las bicicletas estáticas, los aparatos de remo o los simuladores de escaleras.

Felicitaciones a aquellas personas que hacen un uso inteligente de estos aparatos con el fin de mejorar su condición física y su salud.

Los consumos calóricos que la máquina dice están basados en estudios llevados a cabo con deportistas entrenados y en condiciones ideales, no con personas obesas, de vida sedentaria o carentes de una condición física aceptable.

Es cierto que sobre una bicicleta es posible llega a consumir hasta 1000 cal/h, pero para alcanzar ese nivel de gasto energético hay que ser un atleta capaz de soportar el esfuerzo que supone correr un Tour de Francia.